19 de abril...2008.

Ok, ya estamos en el 19 de abril. Ha pasado un año y muchas cosas, un chingo de ellas, han cambiado. Tal vez esté en el mismo lugar de siempre, pero pues las actitudes ya no son las mismas.

Este año viene sigur ros a México, tengo que estar ahi, aunque sé que terminaría llorando como siempre. Falta una semana para mi cumpleaños, para tener 24 y sentirme un poco más viejo, tal vez un poco más sabio. Hace un año, no aceptaba tantas cosas de mi vida, tantas realidades, no sabía tantas cosas, y no sé si siendo ignorante era realmente feliz. En este 2008, no sé si lo soy, pero al menos estoy tranquilo sabiendo como suceden las cosas, con las verdades enfrente de mí, sabiendo que sucede en la realidad que vivo cada día, y sin formar mi propia realidad aún. Este año está considerado por mí como uno de los que definirán muchas cosas en mi vida personal, y tal vez profesional.

Tal vez en este punto este un poco mal, porque no debería de estar aquí, sino trabajando, pero bueeeeeeeeno, esa es otra historia, que incluye salir a la autopista, 3 tecate, y las ganas de escapar de algo que no sé que era, y que llegando aquí se puso delante de mí y me dijo: Ya ves pendeeeeeeejo, nunca te aparezcas en las escenas de las películas en las que no debes de estar. Al final la noche no acabo mal, acabó como siempre, en el ya vete a dormir y deja de estar chingando, porque para mi existencialismo no hay final, podría pasarme hablando horas, días, meses. Quienes me conocen siempre saben que le busco y le sigo buscando y no estoy conforme. Es por lo mismo, por el quererle buscar el porque a las cosas que siento, que debí de haber sido filosofo, aunque no sé si igual algún día lo llegue a ser. Tanto buscarle cosas a la vida debe de significar algo. Falta una semana, las cosas al parecer van bien para mí. Para los demás no lo sé, y he llegado al punto en que no puedo hacer nada. Tal vez así siempre fue. Simplemente con existir yo aquí es suficiente, aunque algunas veces no me debería de aparecer, sino simplemente decir que estoy. Me siento tan libre, y a la vez tan en deuda con la vida, ya que el precio de la libertad, por ahora creo que es la soledad.

Hace un año, estaba camino al DF, a punto de cambiar mi destino. Gracias al mismo destino no iba solo, gracias a eso estoy ahora viviendo en otro lugar en el que aún siento que no pertenezco pero que poco a poco me voy haciendo a la idea. Si la persona que veo en la tienda, o la persona que aún no conozco se hiciera presente, creo que haría las cosas más faciles. El mes que entra regreso a la escuela, como lo he estado haciendo este año voy cerrando ciclos. Ese es el comienzo de cerrar uno de los más importantes.

Y con tantas cosas que sé, y con tantas cosas buenas que me rodean, y con tantos amigos que creo que ya me pasé de la cuenta, creo que estoy listo, para que a partir de la semana que entra, como hace un año, comienze mi nuevo año, con cosas nuevas.

Ya encontré el remedio a mis depresiones súbitas, y lo llamo "lunetas de la felicidad", una sobre carga de azúcar, en las horas más lentas de la noche y mi visión atemporal de las cosas cambia, o al menos se nubla para dejarme en paz.

No lo había notado, pero este lugar se presta para dejarme escribir. Escuché un ruido raro. Como lo había comentado la vez pasada con mi amiga Denisse, posiblemente en este lugar fueron enterrados una tribu de hippies fiesteros, por eso la buena vibra del mismo, ya veremos la siguiente semana, entre alcohol y otras cosas. No nos pondremos muy profundos, espero que sea un día solo para disfrutar.